martes, 29 de diciembre de 2009

Romper con el pasado

POR FIN LO LOGRAMOS
22 de diciembre de 2009

El Comercio
Por: Roberto Abusada S Economista

Lentamente la economía mundial empieza a superar su peor crisis en 70 años. Con todo, este año terminará con una caída promedio de 1%. Como siempre, todo promedio esconde algunos hechos como el de la magnitud de la recesión en EE.UU., Europa y Japón, economías que caerán 2,5%, 3,8% y 4,7% respectivamente, o la situación de China, creciendo en 8,5% e India en 6,6%, los países que amortiguaron la caída mundial. Otros “grandes” como Brasil y Corea crecerán cero mientras que Rusia, México y Turquía tendrán caídas de más del 5%. Más grave aun, la crisis dejará a los países avanzados con un desempleo enorme, familias endeudadas, bancos endebles, finanzas públicas con déficits descomunales y deudas públicas, en algunos casos, largamente superiores al tamaño entero de sus economías.

Si de algo sirve el pasado para predecir el futuro, podríamos haber dicho a mediados del 2008 que al Perú le esperaba una nueva crisis como las que periódicamente ha sufrido, pero esta vez magnificada por la inusitada severidad de la crisis mundial.

En los episodios de crisis de los últimos 60 años el PBI per cápita peruano se contrajo en 17 oportunidades, en 5 de ellas la caída fue mayor al 5%. En esta crisis internacional, en cambio, el Perú rompió el molde de crisis pasadas no solo porque realmente no cayó en recesión, sino porque en esta ocasión desapareció el menú típico de calamidades que en el pasado plagaron a su economía y su gente: parálisis del crédito a empresas y familias, devaluación de la moneda, pérdida de reservas internacionales, quiebra de bancos y empresas, caída de la inversión y del consumo, colapso del empleo y los salarios reales y aumento generalizado de la pobreza.

En la crisis de finales de la década pasada tuvimos 3 años de caída del producto per cápita, 2 años de caída en el consumo de las familias, 4 años de caída en la inversión privada. El tipo de cambio se devaluó en más de 20%. Entre 1998 y el 2001, unas 5.000 empresas se presentaron ante Indecopi declarando su incapacidad para cumplir con sus obligaciones, se liquidaron 6 bancos y otras 8 instituciones bancarias tuvieron que ser auxiliadas por el Estado o absorbidas por otros bancos. Más grave aun, aquella crisis borró por completo toda la reducción de la pobreza conseguida entre 1993 y 1997. El Perú languidecería estancado por cuatro largos años.

Este año, en cambio, el Perú no solo mantendrá el nivel del PBI del 2008 —el más alto de su historia—, sino que logrará excederlo, por poco es cierto, en alrededor de 1%. En el 2009 el consumo privado aumenta en 2%, el empleo y la pobreza no se han deteriorado. Las exportaciones exceden a las importaciones en mayor cuantía que en el 2008 y en general las cuentas del Perú con el exterior, que mostraron un déficit equivalente al 3% del PBI el año pasado, estarán casi en equilibrio. Las reservas internacionales al finalizar este año superarán a las de cierre del 2008.

Sin duda alguna el Perú emerge de la crisis internacional con una fortaleza nunca antes vista. Qué lástima que el profesor Michael Porter —contratado hace 10 años para estudiar la realidad económica peruana—haya pasado por alto en su reciente estadía en el Perú este fundamental cambio estructural.

Más importante que todo lo anterior es que el Perú se apresta a crecer de manera importante en el 2010. Con los datos disponibles, la certidumbre de tal aseveración es patentemente alta. Los estimados de crecimiento de la economía para el último trimestre de este año fluctúan entre un pesimista 2% y un optimista 4%. El supuesto de crecimiento pesimista de 2% implica que en el último trimestre del año el Perú producirá bienes y servicios por valor de 49.855 millones de soles a precios de 1994 (2% más que en el último trimestre del 2008 en que el PBI trimestral alcanzó 48.878 millones), completando así un PBI de 192.605 millones en el 2009. Bastaría que la economía produzca lo mismo en cada uno de los cuatro trimestres del 2010 —es decir, que simplemente mantenga durante ese año sin crecer aquel nivel que los pesimistas dicen se alcanzará al finalizar diciembre del 2009— para acumular un PBI de 199.420 millones, cifra 3,5% mayor a la del 2009. Este creo será el piso de la tasa de crecimiento en el 2010.

Pero la recuperación mundial, las expectativas empresariales en alza y el ya inevitable “momentum” adquirido por el gasto público añaden soporte a pronósticos de crecimiento del 6% que para el Perú publican instituciones como el FMI.

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