jueves, 5 de noviembre de 2009

Por senderos diferentes

Jue. 05 noviembre 2009

Perú 21
Autor: Fritz Du Bois

Anoche, Hernando de Soto presentó una nueva edición de El otro sendero, originalmente publicado hace 23 años. Comparando al país de hoy con el de ese entonces, es evidente cuánto ha cambiado el pueblo peruano, aunque no es sorprendente confirmar el estancamiento de nuestros dirigentes.

La marcha del Perú hacia una moderna economía de mercado está siguiendo un rumbo plagado de obstáculos ya que está impulsado no por la acción del Estado, que es, más bien, un lastre pesado, sino por la gente emprendedora y con entusiasmo. El factor aspiracional en nuestra población es sensacional y es lo que nos va a llevar al bienestar.

Reflejo de ello es el boom en la educación –los jóvenes no tienen por qué ser condenados a la mediocridad por el dogmatismo del Sutep–, el dinamismo del mercado de viviendas, el explosivo crecimiento de tarjetas de crédito, entre otros.

Más aún, si un gobierno quiere realmente desarrollar al país, lo que tiene que hacer es eliminar cuanta traba encuentre en contra de la competencia. Lo que ha quedado demostrado durante el último cuarto de siglo es que lo que el pueblo quiere es más mercado.

Por otro lado, también ha quedado igual de claro que lo que no quiere el peruano es intervencionismo, proteccionismo ni mercantilismo. Tampoco quiere revanchismo ni violentismo. Lamentablemente, la mayor parte de nuestra clase política, sindical o empresarial tiene tendencias que encajan en algunas de esas categorías, y por eso avanzamos tan despacio.

Incluso, nunca faltan retrocesos gubernamentales por falta de convicción en el mercado. Primero le han entrado dudas sobre la integración al mundo ante el reclamo de algunos sectores, por lo que la Cancillería estaría reinterpretando el alcance del Tratado con China –firmado hace siete meses y a punto de entrar en vigencia– para enviarlo al Congreso y postergarlo no menos de un año. Luego han propuesto un código de consumo que propicia el intervencionismo y que beneficia al regulador o al facilitador que vive alrededor del Estado, pero que no va a mejorar la situación del consumidor.

Finalmente, la parlamentaria Elsa Malpartida, al llamar asesinos a terroristas y a militares por igual, confirma que en la clase política aún persisten el odio y el revanchismo. Solo queda esperar que, para la siguiente edición de El otro sendero, nuestros dirigentes hayan finalmente madurado o que el pueblo, simplemente, los haya superado.

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